La figura de geoparque es un territorio caracterizado por un patrimonio geológico de importancia internacional, gestionado con criterios de protección, educación y desarrollo sostenible. Se califica por su enfoque “de abajo hacia arriba”, es decir que el principal actor involucrado es la población local.
Los Geoparques Mundiales de la UNESCO son territorios que se benefician de un patrimonio geológico destacado como recurso para favorecer las poblaciones locales, que es el eje fundamental de una estrategia de desarrollo socioeconómico, a través de proyectos educativos, geo-turísticos y de conservación de la geodiversidad.
Los geoparques surgieron a principios de la década de los 90 en Europa, con Francia, Alemania, Grecia y España como socios fundadores
En junio del año 2000 se creó la Red Europea de Geoparques (EGN, por sus siglas en inglés) y más tarde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) auspició el programa extendiéndolo a todo el mundo. Así surgió la Red Global de Geoparques (GGN, por sus siglas en inglés), que en diciembre de 2015 cuenta con un total de 120 geoparques (69 de ellos en Europa) repartidos en 33 países.
La declaración de geoparque lleva implícita unos objetivos económicos y de desarrollo muy claros basados en 3 principios básicos:
- la existencia de un patrimonio geológico que sirva de protagonista y eje conductor;
- la puesta en marcha de iniciativas de geoconservación y divulgación;
- y la potenciación del desarrollo socioeconómico y cultural a escala local.