Durante el recorrido, que fue cubierto tras cinco horas de caminata, se explicó el fenómeno de los bloques erráticos y las vegas como aspectos reseñables en el paisaje y modelados por la actividad volcánica histórica de la mitad norte de Lanzarote. Además, se insistió en el papel de volcanes como la Quemada de Órzola y La Corona para entender la formación actual de Lanzarote y se resaltó circunstancias presente en el lugar como la erosión, que conlleva a la falta de suelo cultivable, y que se erige como una de las amenazas principales para la actividad agrícola local.
Las más de treinta personas que participaron de la ruta tuvieron la ocasión de disfrutar de magníficas estampas de la zona, coincidiendo con el verdor de los campos colindantes con el sendero y ocasionados tras las primeras lluvias.